Una desarrolladora inmobiliaria lidera la comunicación entre todos los participantes del proyecto, obtiene los permisos para la construcción, se encarga de las fases de diseño e ingeniería, consigue inversores para financiar los desarrollos, entre otras cosas.
Como te darás cuenta, una desarrolladora inmobiliaria es artífice en cada paso hacia la materialización de ideas en el sector de los bienes raíces.
1. Se comunica con todos los agentes que participan en el desarrollo del proyecto
La comunicación es un factor clave para que cualquier proyecto inmobiliario tenga éxito. Por esta razón, las desarrolladoras deben mantenerse en contacto con todos los agentes involucrados en el proyecto.
Arquitectos, ingenieros, diseñadores, autoridades gubernamentales y contratistas deben trabajar en sintonía. Esto será posible si la desarrolladora inmobiliaria encargada logra coordinar a todos los actores para que la idea avance de forma fluida.
Imagina que por alguna razón surgieran cambios imprevistos en algún diseño, eso generaría retraso en el proyecto. La entidad inmobiliaria tiene que estar preparada para estos desafíos y conseguir soluciones que mantengan el desarrollo en marcha.
2. Obtiene los permisos de construcción necesarios
Las desarrolladoras inmobiliarias asumen esta responsabilidad y se aseguran que todos los documentos estén en orden.
Por ejemplo, si tu constructora decidiera edificar un complejo residencial en una ubicación prometedora, antes de que una sola pala toque el suelo, es necesario obtener una serie de permisos y aprobaciones de diversas autoridades locales y estatales.
Esto incluye revisar las normativas de zonificación, los reglamentos de construcción, los requisitos medioambientales y otras especificaciones o consideraciones que pueden variar según la localización.
Una vez que se han identificado todos los requisitos pertinentes, la desarrolladora debe preparar los documentos de solicitud de permisos y coordinar con arquitectos e ingenieros para ajustar el diseño según las regulaciones vigentes de la localidad donde se desarrollará el proyecto.
3. Autoriza las fases de diseño e ingeniería
Las desarrolladoras inmobiliarias son capaces de convertir visiones en proyectos concretos, gracias a su destreza en las fases de diseño e ingeniería.
Recuerda que estas entidades trabajan con arquitectos y diseñadores para cerciorarse de que cada aspecto del proyecto sea funcional y visualmente atractivo.
Ello implica considerar la disposición de los espacios, la distribución de la luz natural, la elección de materiales y acabados y más.
Por otra parte, la ingeniería aporta seguridad y eficiencia al proyecto. Esto significa que las estructuras son sólidas y seguras y todos los sistemas funcionan correctamente.
La sinergia entre diseño e ingeniería es lo que hace que la visión inicial de las desarrolladoras inmobiliarias cobre vida.
4. Encuentran inversores para financiar los desarrollos
Este paso es esencial para convertir ideas en realidades tangibles. Lo primero que hay que hacer es identificar oportunidades de financiamiento.
Esto implica estar al tanto de las opciones disponibles, desde préstamos tradicionales hasta inversores privados y fondos de inversión.
El propósito en este sentido de las desarrolladoras inmobiliarias es encontrar la combinación adecuada de financiamiento que se adapte a las necesidades y objetivos de cada proyecto.
Luego de identificar posibles inversores, las desarrolladoras tienen que presentar propuestas donde destaquen la viabilidad y el potencial de retorno de inversión atractivo de los proyectos.
5. Gestiona el proceso de construcción
Esta es otra función que asumen algunas desarrolladoras inmobiliarias. Desde seleccionar contratistas hasta supervisar los avances de la obra, son tareas que deben hacer para que los proyectos se ejecuten según lo planificado y dentro del presupuesto establecido.
Si bien es cierto que este proceso raramente transcurre sin problemas, las desarrolladoras siempre tienen que estar preparadas para abordar estos desafíos.
Ya sea un retraso en la entrega de materiales, condiciones climáticas imprevistas o ajustes necesarios en el diseño, tomar decisiones rápidas y efectivas es lo que diferencia a una buena entidad inmobiliaria de una promedio.
6. Comercializa las propiedades
Este punto inicia desde la preventa, cuando ya se tiene listo el proyecto y los permisos. Las desarrolladoras deben comercializarlas y esto implica un trabajo que va más allá de simplemente poner un letrero de “se vende”.
Algunas cosas que hacen para mejorar los cierres de ventas son diseñar estrategias de marketing, comprender las necesidades del público objetivo, guiar al cliente en todo el proceso de ventas y hacer un seguimiento después de la firma del contrato.
7. Explora terrenos para nuevos proyectos inmobiliarios
Las desarrolladoras inmobiliarias tienen un ojo atento a nuevas oportunidades en el mercado.
Exploran terrenos y ubicaciones prometedoras para futuros proyectos inmobiliarios, siempre en busca de la próxima inversión exitosa que beneficie a sus clientes y a la comunidad en general.
Las desarrolladoras inmobiliarias transforman las ideas en realidad
Como te habrás dado cuenta, estas entidades son impulsoras del crecimiento urbano, edificando propiedades que van desde apartamentos hasta complejos residenciales.
Ahora ya sabes qué es una desarrolladora inmobiliaria y es posible que hayas detectado algunos desafíos que podrías solucionar a través de ellas. Por esta razón, ponemos nuestros servicios a tu disposición. Solo escríbenos y con gusto te atenderemos.
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